Si la identidad no existe, lánzate a mirar en el otro como si te estuvieses mirando a ti mismo. Abre tu corazón y vive la experiencia del reconocimiento. No es la persona quien vive y comprende la realidad, sino la realidad la que vive a través de la persona.
Permite que tu espacio interior se funda con el espacio de la otra persona.
¿Eres tú quien amas o es el amor que te utiliza para existir? ¿Eres tú quien tiene una visión, quien busca? ¿o es que sientes que algo en ti te busca y deseas encontrarte para abrazarte?
El reconocimiento es la forma que tendrás de descubrir la divinidad del otro, de desarrollar una mayor empatía, servicio y amor.
Trabajos para el reconocimiento
- En el budismo el reconocimiento surge comprendiendo que todos los seres que ves, incluidos los más pequeños insectos, han sido una madre tuya en otra vida
- En el chamanismo americano surge cuando comprendes que la persona que tienes ante ti es posible que muera mañana.
Al realizar estos ejercicios comprendemos el otro en su totalidad, aprendemos a honrarlo, respetarlo, admirarlo. No lo engrandecemos y tampoco lo menospreciamos, lo vemos tal cual es.